La velocidad de las palmadas debe realizarse a un ritmo relativamente alto.
PALMADAS CÓNCAVAS
Colocamos las manos en forma cóncava (huecas), juntando todos los dedos y cubriendo, con el pulgar, el lateral del índice.
A continuación vamos dando palmadas con el lateral de la mano (con los dedos y la región cubital-hipotenar) levantando rápidamente la mano al tocar la piel, oprimiendo de este modo, el aire sobre la piel de la zona que tratamos, en forma de ventosa.
Se puede aplicar con ambas manos alternativamente en cualquier región carnosa del cuerpo y con una sola mano, sobre la región del hígado.
Se aplica en la espalda, en tratamientos torácicos para despegar y movilizar secreciones (el denominado clapping en medicina), en las caras laterales de las piernas y abdomen.
Al oprimir el aire entre la piel y la mano, en posición cóncava, se forma una ventosa y hacemos con ello que se forme una gran circulación sanguínea por vía reflexológica, a nivel interior de unos centímetros, accionando sobre los órganos internos.
Tienen beneficiosos efectos sobre los órganos abdominales, ya que tonifican el peristaltismo intestinal y estimulan las funciones estomacales (estreñimiento). También descongestionan y estimulan el hígado y la vesícula biliar, al hacer varias aplicaciones suaves con una sola mano.
Si se practican las palmadas cóncavas sobre la región sacra, son efectivas contra la impotencia y las afecciones de próstata.
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