La posición del paciente será en pronación, y la duración dependerá del grado de afección.
Las manipulaciones y ungüentos, tanto como la aplicación de hielo o vendajes funcionales, dependerá del estado de la lesión y de su constitución, influyendo la edad, el estado y la sensibilidad de la piel, ya que hay cremas y aceites que pueden perjudicarles.
Seguidamente le indicaremos que se situa en posición de supinación.
En esta posición, el cuello y lo que le rodea está bastante más relajado, por estar la parte dorsal y el cráneo apoyadas en la camilla. De esta manera podemos manejar la cabeza en cualquier dirección al poder manipular con una mano, mientras que, con la otra, se pueden hacer las manipulaciones necesarias.
A continuación, enseñaremos y ayudaremos al paciente a realizar determinados ejercicios (dependiendo del estado en que se encuentre).
Le asesoraremos sobre la importancia que tiene seguir el tratamiento en sucesivas ocasiones, con la finalidad de que no le queden secuelas de su afección.
Algunos ejercicios para el tratamiento de las afecciones del cuello
La posición de partida será sentado, después se hará elevación de los hombros y rotación hacia la parte anterior y posterior. Estos movimientos se realizarán con suavidad efectuando rotaciones completas y estiramientos.
La respiración será normal, sin tensiones ni brusquedades.
- Dejar caer la cabeza hacia delante.
- Inclinar lateralmente la cabeza.
- Girar alternativamente la cabeza.
- Efectuar un círculo muy lento.
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